1 de diciembre de 2014

¿Qué necesidad tiene usted de leer a los clásicos?

En una interesante crónica en el diario El País, Juan Cruz comenta la iniciativa del  Ministerio de Cultura mexicano   de presentar una colección, que ha sido elaborada (como es habitual en la edición de clásicos) con títulos que están fuera de derechos, de modo que no compiten con las editoriales comerciales de libros. Ahí habrá escritores hispanoamericanos y extranjeros, desde Julio Verne o Robert Louis Stevenson al argentino Esteban Echeverría. "Los clásicos, dice,  son en efecto imprescindibles; pero nos los enseñaron en las escuelas (en España, por ejemplo) como si fueran aceite de ricino o la consecuencia de esa fórmula ya conocida: la letra con sangre entra." Asimismo, defiende la "utilidad" de leerlos: "La colección de clásicos viene a responder a la pregunta: ¿por qué demonios leer a los clásicos? Pues porque si no los lees tú te los pierdes, y si te los pierdes sabes menos que quienes se los han leído. ¿Y para qué saber? Bueno, el interrogante es tan infinito como la propia ignorancia de la que parten esas dichosas preguntas. Sobre la mesa, cantos de vida y esperanza, de Rubén Darío, las Fábulas de Samaniego, La Regenta de Clarín, Lo que no se debe decir, de Larra… Yo empezaría por Darío, ¿y usted? ¿o usted  es de los que piensan  para qué demonios hay que leer a los clásicos?". Leer crónica completa

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